INGREDIENTES
750 gracias. de arroz bomba
1trozo de longaniza que no esté muy curada
2 pimientos rojos grandes
2 pimientos verdes
2 dientes de ajo
1 lata de tomate frito Hida.
200 gr. de alcachofas congeladas y troceadas
100 gr. de judías verdes congeladas
100 gr. de habas congeladas
Aceite de oliva
Azafrán en rama
Azafrán en rama
Colorante alimenticio
Sal
Agua
PREPARACIÓN
Poner en la paella o en una cazuela de barro el aceite de oliva y rehogar los pimientos rojos y verdes en tiras y apartar. En el mismo aceite rehogar el pollo partido, sin piel y salado. Cuando el pollo esté bien dorado añadir la longaniza en trocitos, dejar un rato más,y agregar las alcachofas, judias verdes y habas y rehogar bien. Sacar todo a un plato y reservar.
Agregar a la paella los ajos picados y cuando empiecen a tomar color añadir el tomate y cuando empiece a espesar añadir la carne y verduras y rehogar bien el conjunto.
Ahora añadir el agua (doble cantidad de agua que de arroz. En la cazuela de barro una medida más.) Y salar.
Dejar hervir 5 minutos y agregar el arroz, el azafrán y el colorante y dejar unos 18 minutos en total, según el arroz escogido. A media cocción rectificar de sal.
Una vez en su punto apartar y dejar reposar 5 minutos. Servir.
En el arroz pasa una cosa curiosa, al igual que con la tortilla de patatas o con las croquetas, que con los mismos ingredientes, ningún arroz sale igual a otro, con cada persona el arroz sale diferente.
Yo, con este arroz me defiendo, pero nunca podrá igualar a la paella que muchos domingos comíamos en casa y que elaboraba mi padre, con la ayuda de mi madre en las tareas menos gratas de la cocina, como picar los ajos, limpiar los calamares y mejillones, etc...
El mismo iba, el día anterior, al mercado a comprar la carne y marisco necesarios, pues hacía una paella mixta y el domingo se metía en la cocina, sintiéndose el mejor cocinero del mundo y esperaba a la hora de comer a que toda la familia le diera su aprobación.
Esta conducta la he visto repetida luego, en otros hogares, en los que el padre se especializaba en alguna comida y se recreaba en ella de vez en cuando ante su familia o amigos.
Así recuerdo entonces a mi padre, un padre de los sesenta, bueno, recto y permisivo a la vez, ocupado la mayor parte del tiempo por su trabajo, para que nada faltara a su familia . Cuando llegaba a casa cansado nos peleábamos para ver quien llegaba antes para darle las zapatillas y el periódico.
Lo veo llegar con su SEAT Seiscientos, primero, y su SEAT 15oo después, en el que llevaba a la familia numerosa que había formado a pasar algunos domingos fuera de casa ; unas veces a un restaurante, otras al campo cargado de fiambreras con tortillas de patatas, carne empanada, las sillas plegables para mi abuela y mi madre, etc...
Durante su más larga y última enfermedad, en el hospital, en sus ratos de más lucidez y para entretenerlo y hacerlo salir de la duermevela en la que estaba sumido, hablábamos de lo que más le gustaba, de su infancia en su pueblo natal, El Marchal de Enix (Almería) y ahora que apenas podía comer, siendo un gran comilón como siempre había sido, repasábamos todos los platos de cocina que más le gustaban. Unas veces eran los elaborados en casa, muchos de ellos recogidos en el libro de cocina que he escrito , otras los degustados en determinados bares y restaurantes de Granada y Jaén, con lo que a la vez nos servía para recordar algunas anécdotas divertidas, acontecimientos familiares, reuniones de amigos, excursiones, etc.. que hemos compartido a lo largo de nuestras vidas.
Así recuerdo las últimas conversaciones con mi padre y una vez más siempre la cocina de por medio.
Muy cierto lo de que a cada cual le sale el arroz de una manera. Particularmente, la paella que más me gusta es la de mi papi...¡no he probado ninguna igual! (por cierto, que cada vez que hace una de sus especialidades, ¡hay que darle nuestra aprobación hasta la saciedad xD !).
ResponderEliminarMª Antonia, me ha gustado mucho tu relato, tus vivencias con tu padre y el resto de la familia. ¡Sigue así y cuéntanos más cosillas en próximas recetas, anda! Un besote.
En unos años cuando Jesus se jubile esperamos siga la tradición de hacer una paella todos los domingos,para juntar a los numerosos miembros de la familia(incluidos nietos)jajajaja.Un beso.
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