Hola a todos: Como veis en el enunciado, llega la Cuaresma y la Semana Santa.
El día 22 de febrero es el Miércoles de Ceniza y con él comienza un tiempo litúrgico muy importante para los cristianos.
Estamos acostumbrados cuando llega la Navidad a felicitarnos diciendo: !Felices Pascuas !y en realidad lo que celebramos no es la Pascua, sino la Navidad, el nacimiento de Dios. La verdadera Pascua, es la Pascua de Resurrección, lo más importante de fe cristiana, pues celebramos la muerte y resurrección de Cristo, sin esto no tendría sentido nuestra religión.
En el tiempo de Cuaresma nos preparamos para la Semana Santa y para la Pascua de Resurrección. Para ello también hay unas normas sobre la abstinencia de algunos alimentos.
Así los viernes no se come carne y aunque seguramente hoy día haya muchos jóvenes, que no sepan de lo que estoy hablando, hay aún muchos creyentes que lo llevan a la práctica.
Así los viernes no se come carne y aunque seguramente hoy día haya muchos jóvenes, que no sepan de lo que estoy hablando, hay aún muchos creyentes que lo llevan a la práctica.
Es por ello, que en esta época siempre se han hecho una serie de platos para guardar la vigilia : potaje de garbanzos con espinacas, bacalao de diversas maneras, habas fritas y, por supuesto, un sinfín de postres para tomar en los días
más importantes de la Semana Santa. Así que voy a aprovechar para subiros algunas de estas recetas, que espero os gusten y hagáis.
más importantes de la Semana Santa. Así que voy a aprovechar para subiros algunas de estas recetas, que espero os gusten y hagáis.
GARBANZOS CON ESPINACAS Y BACALAO DE MI MADRE
INGREDIENTES
1/2 Kg de garbanzos
1/2 Kg de espinacas
300 gr de bacalao
1 cebolla
1 diente de ajo
1 rebanada de pan
1 ó 2 huevos cocidos
Laurel
Pimentón
Perejil
Aceite y sal
PREPARACIÓN
Poner en remojo los garbanzos la noche anterior. En una olla con agua caliente y una hoja de laurel cocerlos con el bacalao, previamente desalado.
Mientras tanto, en una sartén con aceite caliente se fríe una rebanada de pan, se saca, se fríe el diente de ajo y se reservan ambas cosas.
En el mismo aceite se fríe la cebolla picada, se añade una cucharada de pimentón, se remueve rápidamente y se agrega el refrito a los garbanzos.
Escaldar las espinacas un minuto en agua hirviendo, escurrirlas y picarlas, añadiéndolas a la olla.
Machacar en el mortero la rebanada de pan frito, el diente de ajo, una ramita de perejil y una yema de huevo cocido; desleír en una cucharada del caldo de los garbanzos y se vierte sobre ellos el majado. Sazonar y dejar cocer unos minutos más. Dejar reposar un momento y servir adornando con el resto de los huevos duros picaditos por encima.
Este plato es característico del Viernes Santo y se conoce también con el nombre de potaje de vigilia. En la mayoría de los hogares jiennenses se toma en este día, tanto por tradición como por devoción.
Pero hablando de devoción en Jaén es innegable la que suscita Nuestro Padre Jesús Nazareno, conocido como “El Abuelo”.
Es en la madrugada del Viernes Santo cuando los jiennenses se tiran a la calle para recibir a las puertas de la Catedral, en la Plaza de Santa María, a la imagen del Nazareno.
Cuando en el silencio de la madrugada, los focos apuntan hacia la puerta principal de la Catedral y bajo la marcha que el Maestro Cebrian escribiera en 1935, titulada el “Abuelo”, aparece Nuestro Padre Jesús Nazareno, no hay en Jaén quien al gritar o responder “viva el Abuelo”, no suelte una lágrima o un suspiro.
No hay quien en ese momento no recuerde a algún ser querido que ya no se encuentra entre ellos, ni nadie a quien no invada la emoción, jóvenes o mayores, porque el Nazareno no es sólo una imagen, es algo más para el pueblo de Jaén. Da igual si se tiene o no fe, si se cree o no, pues como dice una de las coplas dedicadas al “Abuelo” :
“Abuelo, Fe de Jaén
Padre Jesús Nazareno
¿qué tiene tu Santa Imagen
que cree en ti hasta el ateo?
Desde su salida, acompañado por más de siete mil nazarenos, vestidos con túnica y caperuzos negros y cíngulo amarillo, “El Abuelo” recorre las calles del barrio antiguo de Jaén.
En su camino le acompañan Santa Marcela “La Verónica”, San Juan y su Madre, Nuestra Señora de los Dolores.
Después de más de 40 años los jiennenses han podido ver pasar de nuevo la imagen por el Arco de San Lorenzo para llegar hasta la iglesia de La Merced, donde habitó la talla hasta 1970.
Sin embargo el momento más emocionante, al amanecer, es el encuentro del Nazareno con su madre en el Cantón de Jesús, frente al cual y en ruinas ( hoy ya restaurado), se encuentra el Camarín de Jesús, concebido como su templo.
El encuentro se hizo durante mucho tiempo en la Plaza de santa María de ahí que la copla diga :
“Plaza de Santa María,
testimonio principal
de ese encuentro madre e hijo
que yo nunca podré olvidar”
Este encuentro forma parte de la ceremonia de la procesión, que se conserva en muchos pueblos y ciudades de España, denominado “El Paso”y que representa ese encuentro de Jesús con su Madre en la Calle de la Amargura.
Es en este Cantón de Jesús donde se le cantan las saetas al “Abuelo”.
He aquí una de ellas escrita por Alfredo Cazabán :
Los pájaros en los árboles
se quedaron el Viernes Santo
para cantar saetas
a Jesús de los Descalzos.
Por las calles de Jaén
va Nuestro Padre Jesús,
Como le queremos tanto
Le pesa menos la Cruz”
Hace al menos 12 años que no he ido a ver al “Abuelo”, pues ahora vivo en Madrid, pero no hay Viernes Santo , cualquiera que sea el lugar en que me encuentre, que no tenga un recuerdo parar él , y aún en la distancia le rece. Como buena jiennense lo llevaré siempre en mi corazón, pues no olvidaré nunca la emoción y el silencio a su salida ,el nudo en la garganta cuando a tu lado alguien grita “viva El Abuelo” y que te impide contestar “Viva”, y ,sobretodo, cuando alguna vez, ya de día, de vuelta a la Catedral, lo he visto subir de espaldas por la Plaza de San Francisco, encontrándome yo al principio de la Carrera y he notado como ya no podía más con su Cruz y lo he visto viejo y cansado y he sentido pena por él, por mi “Abuelo”.
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